VICTIMA

Andrea Sara

Andrea Sara

Transpersonal Coach

VICTIMA

El haz bajo la manga de toda manipulación tácita es la victimización de nosotros mismos.

Ejercer la propia victimización es la forma, casi inevitable de llenar los vacíos profundos de nuestro ser.

Cada espacio creado por las experiencias vividas relacionadas con el desamor, el abandono, el abuso, la humillación, la violencia, las carencias de toda índole van creando la creencia de NO EXISTIR.

Esa falta de existencia propia que se genera a través de las múltiples vidas nos convierte en víctimas de todo lo que nos rodea.

Ya que necesitamos de la afirmación constante de nuestro entorno para sentirnos que “existimos” para alguien o para algo.

Destrozamos nuestro ser intentando encajar en las expectativas del ser que “creemos amar” (hago esta salvedad, porque el amor jamás manipula ni victimiza) o de aquel que representa una posibilidad de existir, de ser visible ante los ojos de alguien.

El vacío interno nos hace sentir transparentes.

Pareciera que la única forma de ser visto es que alguien nos tirara un balde de barro.

Nos conformamos recibiendo el barro ajeno porque tenemos miedo de sacar nuestra propia luz y sentir que seguimos siendo invisibles.

La victimización es fabulosa. Ya que toda la responsabilidad de los vacíos se la otorgamos al mundo externo.

La victimización de nuestro ser nos mantiene estáticos, estancados en la mediocridad emocional.

Las experiencias de la vida se repiten para SER VISTAS.

Estas guardan la gran sabiduría.

Esa sabiduría fue oculta por la propia victimización, ya que este gran saber posee el poder más grande del universo, que es capaz de generar todas las transformaciones.

Ese poder es…EL AMOR HACIA NOSOTROS MISMOS.

Cuando nos amamos existimos.

Si existimos somos RESPONSABLES DE NUESTRA FELICIDAD.

La responsabilidad nos da LIBERTAD

y la libertad nos libera del miedo, de la manipulación y de nuestro amigo-enemigo, LA VICTIMA.

Andrea Sara

SHARE THIS STORY

SHARE THIS STORY