La paciencia es una virtud invaluable.
La mayoría de nosotros viene a experimentarla, desarrollarla y aplicarla a lo largo de la vida.
La paciencia es la capacidad de permanecer en calma ante la espera.
El avance que los seres humanos hemos conquistado a través de la tecnología y las nuevas herramientas nos han llevado a experimentar “nuevas perspectivas y vivencias”.
En muchos casos la tecnología solucionó muchos desafíos y en otros creo nuevos problemas.
Uno de esos problemas es el incremento desmedido y NATURALIZADO de la ANSIEDAD.
Al tener la posibilidad de tenerlo todo en un click la paciencia comenzó a desaparecer.
“La ecuación es inversamente proporcional, cuanto MENOS PACIENCIA, MÁS ANSIEDAD se crea.”
Todo en esta vida tiene un proceso, un ciclo, un TIEMPO de maduración.
La tecnología nos trajo como consecuencia vivir simultáneamente en el tiempo.
En las redes sociales la mente humano está en otro lugar que es lugar donde se encuentra el cuerpo físico.
Crea realidades paralelas. Expectativas muchas veces inalcanzables y por ende altos niveles de auto exigencias que nada tienen que ver con nuestras propias habilidades.
La IDEA de NO TENER TIEMPO Y LAS ALTAS EXPECTATIVAS BASADAS EN LAS IMÁGENES ENGAÑOSAS QUE PROVEEN LAS REDES SOCIALES son la clave fundamental que destruyó la paciencia.
Un embarazo lleva un tiempo de desarrollo.
Una semilla lleva su proceso de germinación.
Un pastel lleva un tiempo de cocción.
Las personas tenemos nuestros propios tiempos de evolución y aprendizaje.
Es muy importante conocer nuestros tiempos y SER PACIENTES CON NOSOTROS MISMOS, está es la ÚNICA FORMA DE SER PACIENTES CON LOS DEMÁS Y CON LOS ACONTECIMIENTOS.
La paciencia está en el equipo de la resiliencia.
El respeto por los procesos desarrolla nuestra inteligencia emocional.
La inteligencia emocional nos da la capacidad de gestionar las emociones en un camino productivo y sabio.
Transmitir la paciencia es la forma de enseñarla.
No podemos pedirles a nuestros hijos que sean pacientes si no lo somos nosotros, o lo que es peor, modificar el comportamiento paciente de nuestros hijos por satisfacer nuestras ansiedades.
Conoces la paciencia?
¿Eres paciente contigo?
¿Te consideras paciente con los demás?
¡Es importante saber quiénes somos!
Andrea Sara